Pues si, esta foto no tiene nada que ver con el contenido pero hay que reconocer que es mucho más atractiva y sugerente que una foto de unas cañerías, una caldera o un contador 😉
Dicho lo cual, entramos en materia.
¿Vas a tener que lidiar con los suministros?
La respuesta es un si rotundo. Si crees que al firmar el contrato de alquiler ya has terminado con todos los papeleos y puedes relajarte deshaciendo maletas, estás muy equivocado. La mayoría de las casas en Madrid tienen contratada agua y electricidad y muchas también gas para el funcionamiento de la vivienda. Además de internet, TV y/o teléfono para el ocio de los ocupantes.
¿Afecta a todos los alquileres de vivienda?
Esta respuesta también es un si. Se exceptúan las viviendas de alquiler temporal que incluyen todos los suministros (con algún límite en cuanto al consumo) y que, por consiguiente, el precio de alquiler es más elevado.
¿Y a todos los tipos de vivienda?
Otra contestación afirmativa. Pero aquí con matices.
Hay que distinguir entre pisos y chalets y entre los primeros también diferenciar entre los que gestionan todos o alguno de estos servicios a través de la Comunidad de Propietarios y los que los gestionan individualmente tal y como hacen los chalets independientes.
En resumen, los suministros los vas a pagar tú pero unas veces al propietario, otras a la Comunidad de Propietarios y otras a la compañía suministradora directamente. Siempre basado en el consumo individual medido por los contadores que cada vivienda posee.
En los edificios más modernos y en los chalets independientes todos los servicios están completamente individualizados, es el propietario el titular del suministro.
¿Influye en el contrato de alquiler?
Claro que si.
Generalmente las viviendas se alquilan con los suministros básicos contratados a nombre del propietario, al corriente de pago y funcionando. Lo más común es que sea el inquilino quien tenga que pagar el consumo. Lo usual es cambiar la domiciliación bancaria, es decir, el propietario sigue siendo el titular pero la factura se emite a nombre del inquilino y el cobro de la misma se pasa directamente a la cuenta bancaria del inquilino.
También es posible el cambio de titularidad del contrato de suministro pero es un proceso un poco más largo y suele llevar algún coste implícito.
Lo más simple y barato es continuar con la misma compañía suministradora que tiene el propietario contratada y modificar la domiciliación bancaria. La modificación se puede realizar por teléfono o internet teniendo los datos de los contratos que se encuentran en las facturas.
Es fundamental acordar con el propietario cómo se va a resolver el pago de los suministros e incluirlo en el contrato de alquiler.
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